viernes, 1 de abril de 2011

JUEGOS OLÍMPICOS ANTIGUOS




Los Juegos Olímpicos Antiguos fueron una serie de competiciones atléticas disputadas por representantes de diversas ciudades estado de la Antigua Grecia. Los registros indican que comenzaron en el 776 a. C. en Olimpia, Grecia, y se celebraron hasta el 393 d. C. Los Juegos se disputaban normalmente cada cuatro años o una Olimpiada, que era una unidad de tiempo. Durante la celebración de los Juegos se promulgaba una tregua o paz olímpica, para permitir a los atletas viajar en condiciones de seguridad desde sus países hasta Olimpia. Los premios para los vencedores eran coronas de laurel, ramas de palmera, cintas de lana e incluso a veces, alimentos para toda la vida. Los antiguos Juegos Olímpicos fueron bastante diferentes de los modernos; había menos eventos y sólo los hombres libres que hablaban griego podían competir, además de que se celebraban siempre en Olimpia, en vez de moverse a diferentes lugares cada vez.


La preparación deportiva

Cuando los niños varones griegos libres cumplían doce años ingresaban en la palestra, donde se les enseñaba a desarrollar los músculos y a disciplinar los nervios. A los dieciséis años entraban al gimnasio, donde los griegos realizaban ejercicios físicos y atletismo. Los gimnasios contaban con una pista y lugares de ejercicio al aire libre entre los bosques. A los veinte años los griegos concluían su formación deportiva donde se les entregaban las armas y estaban capacitados para participar en los Juegos Olímpicos.

El nacimiento de los Juegos Olímpicos

Se piensa que la celebración regular se inicia en el 776 a. C. y su denominación se debe al lugar de su celebración: la villa griega de Olimpia, el emplazamiento del santuario más importante del Dios Zeus y situada en el valle del Alfeo, entre el monte Olimpo y la colina de Cronos . Se celebraban cada cuatro años entre los meses de junio y agosto. El valor de los Juegos antiguos fue múltiple: representó una manifestación religiosa de acatamiento a los dioses; contribuyó al desarrollo armónico del cuerpo y del alma; favoreció la amistad de los pueblos y ciudades y buscó la unidad de los Helenos.

Las distintas modalidades

Una de las características más íntimas de los antiguos griegos es su espíritu agonístico. La voz griega agón equivalente de la latina certamen, se aplica a toda lucha que enfrenta a dos adversarios. En los Juegos Olímpicos había diferentes competiciones llamadas Agones:

Agones atléticos:

Las carreras: La carrera principal y más antigua era la de velocidad que constaba de 192 metros. (Un estadio) Más tarde, en 724 a. C., se incorporó el díaulo que era una carrera de velocidad pero de ida y vuelta. En el año 720 a. C. se agregó el dólico; carrera de resistencia que en sus comienzos constaba de 1500 metros, pero llegó a tener 4600. Se añadió la hoplitodromía, una carrera con armamento, servía como preparación para la guerra. Los participantes, exclusivamente adultos, corrían entre 384 y 768 metros armados, al principio con escudo, casco y grebas (armadura que protegían las piernas); más tarde, solo con escudo.

Salto de longitud: De todos los saltos que existen en la actualidad, el único practicado por los griegos era el de longitud. Los atletas tomaban impulso, (más breve que el actual) y saltaban sobre un foso de tierra. No se median las longitudes, sino que se comparaban las huellas dejadas por los competidores. Después del siglo VII a. C. se incorporaron los saltos con halterios de piedra o de plomo, cuyo peso oscilaba entre los 1 y 5 kg.

Lanzamiento de disco: Los competidores lanzaban discos de bronce. El tamaño y el peso variaban según la categoría de edad de los lanzadores. El disco más pesado que se ha encontrado pesa 6,6 kilos y mide 33 centímetros de diámetro. Se trataba de lograr la mayor distancia en los lanzamientos.

Lanzamiento de jabalina: En los lanzamientos no se valoraba la puntería sino la distancia. La jabalina tenía aproximadamente la altura del lanzador y el grosor de un dedo. Aunque en su origen se trataba de un arma de guerra, la de uso deportivo carecía de punta. Los participantes lanzaban las jabalinas con una correa de unos 50 centímetros a la altura del centro de gravedad.


Agones luctatorios:

Lucha: El objetivo de la lucha era derribar al adversario mediante agarres y presas. A diferencia de lo que se creía anteriormente, sí que se permitía usar las piernas propias para el ataque, así como atacar las del rival. Por tanto, la lucha antigua es análoga a la Lucha Libre Olímpica y no a la lucha grecorromana. Los luchadores no podían golpear al adversario, estando prohibidas las patadas, manotazos y puñetazos.

Pugilato: En este deporte se golpeaba al adversario únicamente con los puños. Corresponde al actual. En sus comienzos se luchaba con los puños descubiertos, pero más adelante se utilizaron guantes.

Agones hípicos:

Carreras de carros: Estas constituían el momento más importante de los juegos olímpicos. El carro tenía dos ruedas, el auriga estaba de pie, con las riendas en su siniestra y el látigo en la diestra. El carro podía ser tirado por 4 caballos (cuadriga) o por 2 (biga). Las carreras de cuadrigas comenzaron en el año 680 a. C. montaron en sillas. Excepcionalmente se utilizaban herraduras. Las carreras de caballos podían tener obstáculos como vallas, fosos, pendientes y terrenos difíciles. Ambas carreras se practicaban en el Hipódromo de Olimpia, un circuito de 1540 metros.

El Pentatlón Esta era la competencia por excelencia de los Juegos Olímpicos, se incorporó en el año 708 a. C. Constaba de una carrera de velocidad, salto de longitud, lanzamientos de disco, jabalina y lucha.

Los Hellanódicas Eran los jueces de los juegos olímpicos, tomaban su cargo con 10 meses de antelación, permanecían en su cargo por una olimpíada aunque podían ser reelectos. Sus tareas eran seleccionar a los mejores participantes, supervisar los entrenamientos, inspeccionar las instalaciones, dirigían las diferentes pruebas y condecoraban a los ganadores.

Los Theócolos Eran altos sacerdotes que supervisaban los templos, conservaban los altares y organizaban los ritos. Su función era específicamente litúrgica.


Normas y sanciones

Las normas de los Juegos Olímpicos estaban grabadas en tablas de bronce que se encontraban en la sede del Senado Olímpico. Algunas reglas eran las siguientes:

• Los que querían participar, debían ser griegos y de condición libre, tenían que hacer el entrenamiento reglamentario en la ciudad de Elis y prestar el juramento ritual.

• Los participantes tenían la obligación de concursar desnudos.

• No se podía matar al adversario en la lucha, ni empujarlo en las carreras.

• Todo intento de soborno a los jueces era castigado con azotes.

• Los jueces no podían participar en los juegos.

• Las mujeres no podían presenciar los juegos.

Las sanciones por no cumplir el reglamento podían ser económicas, las más frecuentes, políticas, deportivas y corporales.

El desarrollo de los juegos

Un año antes del comienzo de las competiciones, los atletas que aspiraban a participar en ellas debían entrenarse en su propia polis y, un mes antes de las pruebas en Elis ciudad situada a 50 Km. de Olimpia. La condición de griego era indispensable para poder participar, requisito que terminó con la conquista romana. Se supone que la duración de los Juegos fueron de seis días y que los diferentes concursos llegaron a ser 23, sin incluir entre ellos los musicales o culturales. Tampoco hay certeza del orden en que se desarrollaban los concursos pero partiendo de las hipótesis más lógicas es posible recomponer un programa aproximado de las diversas ceremonias y pruebas atléticas. En las vísperas de los Juegos Olímpicos, jueces, atletas y entrenadores abandonaban Elis y se dirigen a Olimpia ante el altar de Zeus, los atletas, padres, hermanos hacían un juramento que no iban a delinquir en nada contra los Juegos Olímpicos. Los atletas también hacían un juramento manifestando que durante 10 meses sucesivos habían seguido estrictamente las normas del entrenamiento. El festival olímpico comenzaba con el concurso de los heraldos y trompeteros. El segundo día estaba destinado a las competiciones de los jóvenes. El tercer día se desarrollaban las actividades ecuestres en el hipódromo, el espectáculo olímpico más emocionante. Era la jornada aristocrática por excelencia. Se realizaban carreras de cuadrigas o con carros tirados por dos caballos. Como el vencedor era el dueño de la cuadriga o el caballo ganador, podía serlo una mujer. Ese mismo día en el estadio tenía lugar el pentatlón, cuyo vencedor sería el rey de los vencedores. El cuarto día era la jornada más importante desde el punto de vista religioso, constituía el núcleo del festival olímpico. Se realizaba el solemne ritual en honor a Zeus y el sacrificio de 100 bueyes en su honor. Al quinto día se realizaba el diaulo, el dólico, la lucha, el pugilato y el pancracio. El día finalizaba con la hoplitodromía. El sexto día, era el cierre de los juegos, se realizaban la entrega de premios

Los Premios

Los ganadores de las diversas pruebas reunidos en el templo de Zeus recibían sus premios. Los ganadores no recibían premios materiales, sino el honor y la gloria. Pero se les daba un objeto simbólico. En los comienzos fue una manzana, pero finalmente se les entregó una rama de olivo y una cinta de lana en la frente. El nombre, el del padre, el lugar de nacimiento y el linaje de cada ganador se inscribían en un registro. El que conseguía vencer en todas las pruebas del pentatlón, tenía derecho a una estatua en el templo de Zeus. Al regresar a sus poleis los ganadores eran recibidos como héroes; poetas y oradores narraban sus hazañas.


El ocaso de los Juegos Olímpicos

A medida que pasó el tiempo los Macedonios participaron en los juegos olímpicos. Filipo II, ganó en carreras de caballo, cuadrigas y bigas en el año 356 a. C.Tras la expansión de Alejandro Magno en Persia, se difundió la cultura griega. Los reinos helénicos realizaron juegos similares a los griegos en diversas ciudades. Los nuevos concursos se inspiraban en los de Olimpia. Pero las ideas religiosas que dieron origen a los juegos perdieron fuerza y se organizaban en honor de un soberano. Tras la conquista romana de Grecia, estos también participaron de los juegos pero los espectáculos multitudinarios que organizaban no podían ser más ajenos al ideal encarnado en las competiciones griegas, cuyo significado nunca llegó a ser comprendido por los romanos. A mediados del siglo III comienza una decadencia progresiva. Los últimos Juegos Olímpicos se realizaron en el 393. Tras la adopción del cristianismo como religión oficial del imperio con el Edicto de Tesalónica (28 de febrero 380), el emperador Teodosio I los prohibió en el año 393 por tildarlos de paganos, con gran influencia en su decisión de San Ambrosio de Milán. En el año 395 d.C. las hordas godas invadieron y saquearon Olimpia y en el 408. Teodosio II y Honorio emperadores de los imperios romanos de occidente y oriente, decretaron la destrucción de los templos y lugares dedicados a dioses paganos.


Autora: Evelyn Santiago González (4º ESO A)

SEXUALIDAD EN ROMA



La sociedad romana era muy promiscua y liberal, las relaciones sexuales fuera de la pareja eran consideradas totalmente normales y para los ciudadanos libres existía una gran libertad sexual.


En la decadencia del Imperio Romano, comenzó a reinar el caos familiar y sexual, caracterizado por excesos sexuales, desenfreno, adulterio y prostitución. Frente a este despertar sexual, se inicia un movimiento contrario que promueve la abstinencia sexual y valores como la virginidad y el sexo sólo dentro del matrimonio.


Comienzan a proliferar los burdeles donde se podía obtener compañía de las prostitutas que no sólo ofrecían placer sexual sino que se ofrecían como oyentes e interlocutoras de los hombres a los que les gustaba charlar de filosofía. Lo que podríamos denominar "libertad sexual", estaba íntimamente relacionada con el amplio desarrollo de la prostitución. Las prostitutas romanas tenían que llevar vestimentas diferentes, teñirse el cabello o llevar peluca amarilla e inscribirse en un registro municipal, además de recibir educación para el placer y la conversación, eran mujeres de amplia cultura general. En el año 1 DC se tenía el registro con 32.000 prostitutas que estaban recogidas, habitualmente, en burdeles, lugares con licencia municipal cercanos a los circos y anfiteatros o aquellos lugares donde el sexo era un complemento de la actividad principal: tabernas, baños o posadas El lugar favorito para las relaciones sexuales eran los baños, ofreciendo sus servicios tanto hombres como mujeres; incluso se conoce que existían algunos prostíbulos frecuentados por mujeres de clase elevada donde podían obtener servicios de jóvenes, conocidos como "spadoni" calificativo obviamente relacionado con el buen funcionamiento y tamaño de sus atributos masculinos.


En esa época, las prostitutas estaban divididas en diversas categorías las MERETRICES, estaban registradas en las listas públicas mientras que las PROSTIBULAE ejercían su profesión donde podían, librándose del impuesto. Las AMBULATARAE recibían ese nombre por trabajar en la calle o en el circo mientras que las LUPAE trabajaban en los bosques cercanos a la ciudad y las BUSTUARIAE en los cementerios. Las DELICATAE eran las prostitutas de alta categoría, teniendo entre sus clientes a senadores, negociantes o generales las FAMOSAE tenían la misma categoría pero pertenecían a la clase patricia, dedicándose a este oficio o por necesidades económicas o por placer, lo cual era aceptado y bien visto por el resto de la sociedad. En este marco aparece Julia, la hija de Augusto a la que se le apodó "La viuda alegre de Roma" por su conocida promiscuidad, Agripina la joven o la famosísima Mesalina que ha pasado a la Historia como una de las mujeres mas promiscuas del Imperio Romano.


Las infidelidades y el adulterio pasaron a ser prácticas sexuales comunes y cotidianas, hasta tal punto que los divorcios se consideraban como un trámite más dentro de la vida diaria en Roma.


La homosexualidad entre hombres no estaba mal vista. Incluso habían proverbios que aludían a este hecho: “los jóvenes procuraban un placer tranquilo que no trastornaba el espíritu, mientras que la pasión por una mujer sumía al hombre libre en una dolorosa esclavitud”.


Como reacción contraria a esta promiscuidad sexual, aparece una corriente filosófica proveniente del estoicismo y el neoplatonismo, que ensalza una nueva espiritualidad que afecta a la vida sexual de las personas. Se reconoce la práctica amorosa en el marco del matrimonio, animando a los jóvenes a llegar vírgenes al matrimonio.


Autoras: Alexandra Suárez Sosa y Almoraima López Suárez (4º ESO)