jueves, 22 de abril de 2010

LA MUERTE EN ROMA


El culto a los muertos.
En Roma al igual que en muchas otras culturas daban gran importancia al culto de los difuntos de sus familiares. A sus antepasados se les denominaban manes; los romanos creían que si los honraban debidamente, les darían bienestar a sus hogares. Por este motivo, cuando una persona romana moría, se organizaba un funeral con mucho cuidado, en el cual se practicaba una serie para asegurarse de que el alma hiciese un viaje seguro desde el mundo de los vivos al de los muertos y se les rendía culto manteniendo vivo el fuego del hogar.

Ritual funerario.
El ritual funerario se iniciaba cuando uno de los familiares más cercanos besaba al moribundo para recoger su último suspiro y le cerraba los ojos. Entonces le llamaba por su nombre en voz alta. Después lavaban el cadáver con agua caliente, se le perfumaba, se le vestía con sus mejores vestidos, se le colocaba sobre el lectus funebris y se le exponía en el atrio de la casa. La tarea de prepararlos la llevaban las mujeres o los empleados de la funeraria. También era una práctica habitual en Roma colocar en la boca de difunto una moneda para Caronte. Durante la exposición del cadáver, se encendían lámparas a su alrededor y coronas de flores. Las mujeres daban muestras de dolor mediante lamentos, arrancándose el pelo, golpeándose el pecho y rasgándose los vestidos.





El entierro.
Tras el acto de exposición del difunto, comenzaba el entierro con la formación del cortejo fúnebre, que en el caso de las familias ilustres se hacía de día; por otra parte en el caso de los niños y los pobres solía hacerse de noche y muy poco tiempo después del fallecimiento. En el cortejo, el cadáver iba en el ataúd descubierto y tras él los familiares y las mujeres con el cabello suelto y lamentándose algunos de ellos se tapaban el rostro con máscaras de cera que tenían la forma de la cara de los antepasados, de esta manera los manes también estaban presente en el entierro.

Tipos de enterramientos.
El enterramiento podía ser mediante incinerado o inhumado. Si el cuerpo era incinerado, las cenizas se guardaban en unas urnas que se colocaban en los columbarios, pequeños nichos en forma de nido de paloma, ave que simbolizaba siempre la paz. De esta manera, las cenizas reposaban en un nido de paz. Los cuerpos sin incinerar o la urna con las cenizas del muerto podían ser enterrados en grandes panteones o humildes tumbas, según la riqueza de los familiares. Los cementerios de los romanos solían estar a las afueras de la ciudad, juntos a los caminos y vías principales, frecuentemente adornados con jardines y con una gran variedad de plantas con una simbología para cada difunto. Las tumbas estaban dotadas de elementos para poder celebrar banquetes funerarios con los que sus seres queridos honraban al difunto y era una costumbre decorarlas con guirnaldas de flores y poner ofrendas de vino y comida delante de ellas. Además se solían escribir epitafios en ellas.




Supersticiones.
Una vez enterrados, los difuntos seguían siendo recordados. Cada año, durante el mes de febrero, el mes de las purificaciones, se realizaban fiestas funerarias y se visitaban los sepulcros, donde se ponían alimentos, bebidas, flores y otros obsequios. Además solían preparar un banquete dejando un sitio libre con alimentos, en recuerdo del último familiar muerto. Así tenían felices a los manes y estaban seguros de que no saldrían de sus tumbas ocasionando infortunios en la economía del hogar ni en la salud de los familiares supervivientes.

Esto era debido a que creían en la existencia de unos espíritus que eran malvados llamados los lemures, espectros que podían dañar y atormentar a los vivos. Para apartarlos del hogar el padre de la familia hacía un ritual a medianoche en el mes de mayo los días 9, 11 y 13. Tras este ritual estaban tranquilos sabiendo que los lemures se habían ido de la casa y habían vuelto al mundo de los muertos.

El mundo de los muertos.
Los romanos también creían que las almas de los muertos realizaban un viaje a regiones subterráneas, llamadas infierno, Averno o Hades. Este mundo estaba gobernado por el dios Plutón, también conocido como Orco. El encargado de conducir las almas al Averno era el dios Mercurio. Para llegar a él, las almas tenían que atravesar la laguna Estigia en una balsa conducida por Caronte, el cual previo pago de un peaje, las transportaba a la orilla por ello se le colocaba la moneda en la boca.



AUTORA: Gillian Macías González (1º bachillerato)


Bibliografía.

La muerte y sus ritos- Macías Cristóbal, Cultura Clásica I ESO segundo ciclo, editorial Mc Graw Hill.

La muerte y sus ritos- Latín I bachillerato, editorial Edebé.

Culto a los muertos - http://www.culturaclasica.com/cultura/creencias.htm

El mundo funerario romano - http://www.tarraconensis.com/ritosfunerarios/EL%20MUNDO%20FUNERARIO%20ROMANO.htm

martes, 20 de abril de 2010

SEXUALIDAD EN LA ROMA ANTIGUA


La sociedad romana, regida por unas normas de conducta y ética determinadas, era muy promiscua y liberal, donde las relaciones sexuales fuera de la pareja eran consideradas totalmente normales y donde, para los ciudadanos libres, existía una gran libertad sexual. Roma seguía estando reprimida sexualmente en el matrimonio, pero la mujer tenía vida social, participaba en cenas y conversaciones
En el matrimonio en esa época no había muchos espacios para el romanticismo de pareja ya que, los romanos no ligaban, sino fornicaban. En Roma se creía que el amor disminuía la capacidad de pensamiento racional y era visto como algo ridículo. La edad núbil de la mujer era los doce años y la del hombre los diecisiete. La unión matrimonial, sólo heterosexual, era un mero trámite burocrático.
Un ciudadano podía mantener relaciones sexuales fácilmente con su esposa en casa, con un hombre en los baños, con una prostituta en un burdel, o con un esclavo, y sólo ser criticado si no era capaz de mantener cada cosa en su lugar. La moral de la sexualidad romana giraba alrededor de la idea del control.
Existía una gran promiscuidad fuera del matrimonio. Ser esposa, tenía más que ver con el status social que con el placer, y las costumbres dictaban que el hombre casado podía mantener tantas relaciones sexuales como quisiera. Durante la República, Cicerón declaró sin que nadie se opusiera que no había nada ilegal en el caso de un hombre que lleva a otro al campo con la intención de disfrutar de placeres eróticos.

En Roma, se creía que el amor disminuía la capacidad de pensamiento racional y era visto como algo ridículo. Un beso en público de un matrimonio resultaba algo indecente pero nadie exigía a las mujeres casadas que no recibiesen visitas libremente, aunque debían mantener una serie de códigos morales y sociales determinados. El ciudadano romano recurre al sexo y a la lujuria para la realización personal, tanto masculina como femenina, puesto que la obtención de placer era el valor dominante al que se sometía todo lo demás. El adulterio y el divorcio preconizado por Ovidio en “El arte de amar” eran aceptados y practicados numerosas veces en la sociedad romana.
-La homosexualidad no era condenada, se tienen múltiples referencias sobre las relaciones homosexuales mantenidas por muchos emperadores. Estas relaciones mantenían unas reglas muy precisas, en la pareja homosexual, siempre existía un amo y un sometido, siendo estos últimos generalmente jóvenes de clase social inferior o esclavos .Los ciudadanos con más poder y más esclavos podían destinar una parte de estos para el sexo, independientemente de la edad que tuvieran y de su sexo. La esclavitud es uno de los motivos de la libertad sexual atribuida al mundo romano.
La homosexualidad es un tema del que presumiblemente no existía tabú alguno en la antigua Roma. Los hombres de la eterna urbe que eran ambiguos, gustadores tanto de un sexo como del otro, siempre y cuando atisbaran alguna promesa de placer inminente en lugar alguno. La falta de pudor al defecar en letrinas públicas, sentados unos al lado de otro y en conversación o al bañarse cada día en las cotidianas termas de turno, nos hacen pensar en una sociedad sin demasiados tabúes, donde el placer era entretenimiento y no pecado.
En la homosexualidad femenina la sociedad romana era muy machista y rechaza cualquier actividad de la mujer fuera del papel de esposa y madre. Por lo que debió existir en secreto.






En el siglo VI d.C. el Imperio Romano proscribió la homosexualidad. Esto se debió en gran parte a la influencia de la Cristiandad. El Cristianismo se volvió la religión de moda, del mismo modo las religiones que animaban la prostitución masculina y femenina también fueron prohibidas en el imperio. Según el cristianismo la única razón válida para el sexo era la procreación, cualquier otro tipo de sexualidad que llevara al deseo eran vistas como influencias malignas.
-En la antigua Roma existía un amplio desarrollo de la prostitución. Catón el Viejo dice que "es bueno que los jóvenes poseídos por la lujuria vayan a los burdeles en vez de tener que molestar a las esposas de otros hombres".
Las prostitutas eran educadas para la conversación y el placer, debían llevar vestimentas diferentes, teñirse el cabello o llevar pelucas amarillas y eran inscritas en un registro. En el año 1 d.C. el registro contaba con 32.000 prostitutas inscritas.
Las prostitutas que estaban registradas en las listas públicas eran conocidas como: Meretrices Prostibulae: ejercían su profesión donde podían, librándose del impuesto.
Ambulatarae: recibían ese nombre por trabajar en la calle o en el circo.
Lupae: trabajaban en los bosques cercanos a la ciudad.
Bustuariae: en los cementerios.
Las prostitutas de más alta categoría eran conocidas como Delicatae y tenían entre sus clientes a senadores, negociantes o generales. Generalmente la mayoría de las prostitutas se podían encontrar en burdeles llamados lupanares, establecimientos que contaban con licencia municipal. También se encontraban prostitutas cerca de los circos y anfiteatros o aquellos lugares donde el sexo era un complemento de la actividad principal: tabernas, baños o posadas.
La mayoría de lupanares de Roma se encontraban en el Esquilino y el Circo Máximo, los más elegantes eran situados en la cuarta región. Los lupanares generalmente eran identificados en la calle con un gran falo que era iluminado por la noche, generalmente eran decorados con murales alusivos al sexo y en las puertas de las habitaciones era habitual encontrar una lista de precios y servicios. Existen referencias de algunos prostíbulos que eran frecuentados por las mujeres de las clases sociales más elevadas que acudían para mantener relaciones sexuales con chicos jóvenes.


Tabúes
Pese a este aparente desenfreno, Roma también cultivaba sus tabúes como el sexo pasivo en las relaciones homosexuales. El otro tabú (en teoría, porque en la práctica la regla se saltaba) era el sexo oral. Entre los romanos existía el concepto de boca pura. La boca era símbolo de responsabilidad y deber social, la felación era vista como algo sucio. Para un hombre, era una infamia, e incluso para la mujer siempre que no fuera esclava o prostituta.
La virginidad era para las mujeres como un tesoro, y la pérdida de ésta era como sellar una muerte lenta.
Sólo contaba el orgasmo masculino: procurar placer era un acto de sumisión sexual, para el hombre, algo impensable en esa época. En cuanto al cunnilungus, era tal vez la desgracia mayor, porque, como dijimos antes, era inconcebible pensar que el hombre romano se rebajara al punto de querer procurar placer a una mujer.
Las infidelidades y el adulterio pasaron a ser prácticas sexuales comunes y cotidianas, hasta tal punto que los divorcios se consideraban como un trámite más dentro de la vida diaria en Roma.


Autora: Karen López Bolaños (1º bachillerato)


Bibliografía:

-http://www.sexualidad.es/index.php/Sexualidad_en_los_Griegos_y_Romanos
-http://moramorao.wordpress.com/2010/04/08/sexo-a-lo-romano-y-griego-pero-es-mal-sonante/
-http://www.imperioromano.com/156/la-sexualidad-en-roma.html
-Historia de la vida privada. Taurus








lunes, 19 de abril de 2010

VESTIMENTA Y CALZADO MASCULINO EN LA ANTIGUA ROMA




La vestimenta más habitual en Roma era la toga tanto para hombres como para mujeres. Había diferencias de color y de ornamento según las edades, rangos y funciones; pero la forma de la vestimenta era igual para todos.

Había varios tipos de vestimenta:


La indumenta o ropa interior: al principio se utilizaba una especie de faja llamada subligar o cinctus fabricada de lana, que envolvía la cintura y el vientre. Más adelante fueron apareciendo otras modas apartes de estas como: una especie de camiseta llamada subucula y una camisa llamada camisia ambas sin mangas. Estas estaban fabricadas de lino aunque la camisa también podía ser de lana, según su uso y época.

La paenula: era un manto con una abertura que se asemejaba a un poncho por sus características, la cual podría tener capucha o no. Esta consistía en dos piezas rectangulares con una simple abertura en el centro para pasar la cabeza. Habitualmente la llevaban los ricos cuando salían de viaje o hacia frio. Se podía poner sobre la túnica o toga. Ya pasados los siglos llego a ser la vestimenta característica de pobres y esclavos.

La túnica: era una prenda de entrecasa y para salir a la calle tenía que estar cubierta por la toga. También era otro elemento de vestir de bastante importancia en el romano. Esta consistía en dos piezas rectangulares de tela de lana que se cosían dejando aberturas para la cabeza y los brazos. Llegaba más abajo de las rodillas y se ceñía con un cinturón. A esta se le podía añadir la clámide que se usaba para el frio, la cual podían sujetar con un broche o un nudo amarrado al cuello. La túnica los jóvenes tenían que llevarla blanca.

La toga: Esta prenda en un principio la vestían hombres y mujeres pero esta luego pasó a ser exclusiva para hombres. La toga era la prenda que distinguía a los romanos de los demás, la cual se convirtió no solo en una vestimenta más si no que también se convirtió en un símbolo nacional. Tenía una forma elíptica y medía unos 5.60 metros de largo por 2 de ancho. Esta al principio era llevaba por la mitad de los muslos, luego pasó a llevarse por la zona de las rodillas y más tarde pasó a la forma más conocida: por los tobillos, y después de esto no se ha vuelto ha modificar.



Tipos de Toga:

· Toga de corte fino: medía unos 6.50 metros de largo por 8.5 de anchura. La parte que caía sobre el pecho era llamada sinus la cual se cuidaba mucho.

· Toga Exigua: Estas togas eran utilizadas en los primeros períodos y su manera de vestir era simple y útil.

· Toga Virilis/Pura: Era la toga que todo ciudadano romano comenzaba a utilizar posteriormente de cumplir la mayoría de edad. Esta era blanca sin adornos ni color.

· Toga Praetexta: Esta toga la utilizaban los candidatos a una oficina pública, sacerdotes, magistrados, niños y niñas de familias pobres y las jóvenes hasta que se casaban. Esta toga la llevaban los jóvenes cuando alcanzaban la mayoría de edad. Eran tratadas con tiza para darle un color blanco que resalte. Estos colores le daban el significado a las purezas de sus intenciones.

· Toga Pulla: Estaba hecha de lana negra por lo que se utilizaba para ir de luto. Con ella se quería comunicar que el portador estaba sufriendo por la perdida de un familiar. Esta toga no la utilizaban las familias patricias.

· Toga Picta: Al principio esta toga solo la vestían los generales en los desfiles triunfales pero luego fue adoptada por algunos emperadores en eventos públicos o discursos. Esta iba adornada con hilo de oro y distintos ornamento y era conocida como purpurea.

· Toga Purpura: Esta toga data de mucha antigüedad. Principalmente era llevada por los reyes y los cónsules en las ceremonias más solemnes y más tarde paso a ser llevaba por los emperadores.

· Toga parda: Esta era llevada por los ciudadanos pobres, artesanos y en el luto privado.



El calzado masculino.



El calzado tanto de hombre como de mujeres era el mismo, se diferenciaban en el color y el grosor de la piel.

Había varios tipos de calzados cada uno con diferentes características:
El calceus: era de piel, cerrado y atado con correas. Este calzado lo solían llevar los ciudadanos romanos cuando salían de casa con la toga y también los senadores.

La solea o sandalium: estaba formada por tirillas de cuero que pasaban entre los dedos pulgar e índice para adaptarse, después de rodear el talón. Este calzado era informal por lo cual no se lo podían poner cuando llevaban la toga si no solo cuando llevaban la túnica.

Los socci o zuecos: Podrían ser de diversos materiales como: madera, esparto, papiro o piel. Este calzado solo se utilizaba para andar por casa.

*La ropa romana y el calzado han cambiado a lo largo del tiempo más la ropa que el calzado el cual es muy semejante, en estas fotos se ve la diferencia antiguamente y actualmente:











Autora: Jennifer Fleitas Moreno ( 1º bachillerato)







Bibliografía
*http://2000porcorreo.wikispaces.com/Vestimenta+masculina
*http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/latin/esl143ca6.php
*Libro: Latín I, Editorial Almadraba

VESTIMENTA FEMENINA ROMANA







Los vestidos romanos eran muy sencillos y no tan variados como en la actualidad; se trataba de grandes trozos de tela que, tal como salían del telar o la tintorería, se adaptaban al cuerpo con diferentes agujas y cinturones.
· Las telas más utilizadas eran la lana en invierno y el lino en verano.

- La lana la hilaban habitualmente en casa de las mujeres, en algunos casos las esclavas, aunque también se podían confeccionar los tejidos en taller especializados.
- El uso del lino estaba muy entendido por su textura y su figura.
- También se conocía la seda, importada de Oriente.

· Los patrones solían ser muy sencillos y adaptados al tipo de vestido: rectangulares, semicirculares o cuadrados.
· Los colores de las telas dependían del uso que se daba al vestido y también del gusto y las posibilidades económicas del usuario. Los pobres preferían telas de color terroso y más bien oscuro, para que no se notara tanto la suciedad; la gente con dinero utilizaba lino de colores claros o era teñidos de colores vivos en las tintorerías.


Principales Vestidos

Las mujeres romanas llevaban larga y holgada túnica, la stola que tenía muchos pliegues y que para las nobles matronas se adornaba con franjas o ricos bordados, y sobre ella la palla, que se parecía a la toga viril. Cubrían su cabeza con la misma palla o con una cofia que se llamaba mitra o con un velo (ricinum) o una capucha.

· La toga era el vestido oficial de un ciudadano romano: no podían llevarla ni extranjeros ni quién hubiera perdido el derecho de ciudadanía. S trataba de una gran pieza de lana de forma y tamaño no definido del todo, aunque se ha llegado a establecer que podría tener forma elíptica y medir hasta 4,60 metros de ancho por 2,75 de alto. La colocación de sus pliegues era muy dificultosa y normalmente un esclavo se especializaba en ello. Según sus ornamentos, la toga se llamaba de diferente manera: praetexta, pura, candida…

· La stola era una variedad de túnica, que la mujer empezaba a vestir inmediatamente después del matrimonio. Esta se ponía por sobre otra túnica, la subucula o túnica interior, de seda o lino ya que eran materiales livianos y quedarían mucho más confortables luego con la stola arriba. Tener una túnica interior era muy conveniente en los días fríos ya que la stola era un vestido liviano y poco abrigado. La túnica interior generalmente era de una sola pieza y con mangas, lo que otorgaba mayor comodidad. Las stolas podían ser de seda, lino o algodón. Aunque las de seda eran las preferidas en las clases altas. Sus colores iban del blanco crema -el color natural de la lana- al gris, el rojo y el purpura. Colores obtenidos con diferentes tinturas naturales. Se distinguía y valoraba a las mujeres con muchos hijos. Cuando estas tenían más de tres hijos podían vestir la stola matrona que les otorgaba orgullo y prestigio en la sociedad. Era normal adornarla con un patagium. Este era una especie de cinturón que se ponía sobre la stola. No muy ajustado y podía estar teñido de purpura, una tintura bastante costosa y -símbolo de riqueza- o estar bordado con hilo de oro y otros arreglos. Era considerado muy elegante y el usarlo le daba prestigio social a la mujer que inmediatamente la distinguía como una persona adinerada o de buen pasar.

· La Palla era utilizado por las matronas. Era un manto cuadrado, o rectangular pero de poca extensión horizontal. Este manto indicaba prestigio dentro de la familia y como tantas otras prendas era un indicador de status instantáneo. La mujer que lo utilizara quedaba inmediatamente señalada como una matrona. Iba de la cabeza hasta los pies, ya que generalmente se utilizaba enganchado al pelo formando un velo trasero. El ricinium no tuvo una vida muy larga, comparado con otras prendas. Rápidamente fue reemplazado por la palla. La palla también era un velo pero más práctico. Generalmente se podía utilizar como bufanda, como chal o como capucha. Era de gran popularidad entre las mujeres.Cubrirse la cabeza estando en el exterior de las casas no era por motivos religiosos como podemos ver hoy en las comunidades musulmanas donde se obliga a las mujeres a cubrir su cuerpo. Las romanas usaban estas "capuchas" por una cuestión social.

· Era considerado de buen gusto y apropiado para una mujer de clase alta cubrirse.El supparrum era más que nada una capa que iba desde los hombros a los pies. Se enganchaba de la subucula y su característica era que lograba cubrir los brazos de la mujer envolviéndola en un manto de seda, que era muy popular entre las mujeres adineradas. Las mujeres plebeyas solían combinarla con una capucha dándoles una prenda más utilitaria.


Ropa Interior de la Mujer Romana





En lo que se refiere a ropa interior encontramos varias referencias. Las mujeres para levantar el busto solían utilizar el ascia pectoralis. Una especie de corpiño que ayudaba a darle mayor firmeza al busto. El strophium y la mamillare eran también dos prendas interiores utilizadas por las mujeres. Estas eran más semejantes a los corpiños actuales. Estaban compuestas por tiras de cuero que cubrían el busto sosteniéndolo y afirmándolo.En murales podemos ver el equivalente a bikinis. Sabemos que estos eran utilizados en competencias atléticas por las mujeres dado que las pinturas encontradas las simbolizan cargando una rama de laurel.














El Calzado





El calzado más común entre los romanos era la sandalia (solea) atada con unas correas (corrigia) constituyendo el conjunto la caliga. Pero se usaba también el calceus, especie de zapato con algunas variedades y que llevaban los senadores y otros magistrados (éstos, de color rojo y aquéllos, negro) y el campagnus o bota más grande, propia también de nobles. El coturno estaba de uso entre los romanos, lo mismo que entre los griegos.



Autora: Azahara Martín López (1º bachillerato)






BIBLIOGRAFÍA

· http://www.imperivm.org/articulos/vestimenta-de-la-mujer.html
· Cultura clásica de 3º de la ESO, Editorial Santillana

viernes, 16 de abril de 2010

MÚSICA EN LA ANTIGUA ROMA


Los romanos adoptaron el espíritu musical de los griegos ya que la cultura de estos era muy importante. Los romanos no añadieron nada nuevo en lo que a la música se refiere, pero si la evolucionaron.

La musica se utilizaba habitualmente en grandes fiestas. Eran muy valorados los músicos virtuosos o famosos, añadiendo vertientes humorísticas y distendidas a sus actuaciones. Estos músicos vivían de una manera bohemia rodeados siempre de fiestas.

En los teatros romanos o anfiteatros se representaban comedias al estilo griego. Los autores más famosos fueron entre otros Plauto y Terencio. La tragedia tuvo trascendencia siendo su máximo cultivador Séneca. La música tenía un papel trascendental en estas obras teatrales.

En estos teatros, que imitaban a los griegos, daban conciertos musicales gratuitos. En lugar de componer ellos mismos la música de las puestas en escena, en Roma se asignaba esa tarea a otros creadores. La música no estaba restringida, como en otras culturas, a los hombres. Luciano, el escritor, elogia las habilidades como cantantes y tocadoras de cítara de las mujeres aristócratas como así también de las cortesanas.

A partir de la fundación de Roma sucede un hito musical, los ludiones. Éstos eran unos actores de origen etrusco que bailaban al ritmo de las tibiae, una especie de aulos. Los romanos intentan imitar estos artes y añaden el elemento de la música vocal. A estos nuevos artistas se les llamó histriones, que en etrusco, significa bailarines.

Una vez consolidado el imperio romano, llega la inmigración que enriquece considerablemente la cultura romana. Fueron relevantes las aportaciones de Siria, Egipto y las que provenían de la Península Ibérica, actual España. Vuelven a aparecer antiguos estilos como la citarodia (versos con cítara) y la citarística (cítara sola virtuosa). Eran habituales los certámenes y competiciones en esta disciplina. A pesar de esto, no está claro que Roma valorara culturalmente a la música.

Instrumentos

La mayoría de los instrumentos romanos habían sido tomados de otras culturas, y como era obvio, de Grecia, pero se destacaron en la fabricación y uso de:

· trompetas rectas, porque conocían el arte del torneado de los metales. Fue así que proliferaron las variantes: rectas, curvas, de boca ancha como un dragón, etc., que recibieron nombres como lituus, buccina, tuba o cornu.

· Asimismo tenían conocimiento y usaban una especie de órgano primitivo que se accionaba por un fuelle ejecutado en el circo, animando los espectáculos de gladiadores o de cristianos arrojados a las bestias. Este órgano hidráulico aparece registrado en los textos de los primeros padres de la Iglesia Cristiana, como San Agustín.
· En cambio, los instrumentos de cuerda, provenían también de Grecia, pero de zonas de Oriente más alejadas. De allí llegaron arpas, laúdes y cítaras.

· Las percusiones sólo se utilizaban para dar ánimo a los soldados en combate.


Es bien sabido que, al margen de las referencias visuales de los estandártes, los romanos hacían uso de diferentes instrumentos -además, por supuesto, de la propia voz de sus oficiales- para transmitir las órdenes durante el combate.



Música en la actualidad con letras en latín


En la actualidad hay una escasa cifra de artistas que se atreven a componer algunas de sus canciones en latín. Algunos de esos artistas son los siguientes:

· Eithne Patricia Ní Bhraonáín, artista irlandesa, mas conocida como Enya. Watermark es el disco con el que se dio a conocer a escala mundial. Es un trabajo que contiene canciones en latín como «Cursum perficio».

· Franco Battiato. Cantautor, músico y director de cine italiano. Incluyó en uno de sus discos, Caffé de la Paix, una canción con letra en latín (Delenda Carthago)

· Un grupo español muy famoso en la época de los 70, Mocedades, incluyó en su primer disco una canción en latín llamada Pange lingua


Autora: Sara Sosa García (1º bachillerato)


Bibliografía

· http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_en_la_Antig%C3%BCedad

· http://viapraetoria.wordpress.com/%C2%BFsilbatos-en-el-ejercito-romano-instrumentos-musicales-en-el-campo-de-batalla/

· http://www.culturaclasica.com/musica/musica_latina.htm

· http://www.hagaselamusica.com/ficha-periodos-musica/musica-antigua/antigua-roma/

jueves, 15 de abril de 2010

DÍAS FESTIVOS EN ROMA

FIESTAS ROMANAS.

Las festividades romanas consistían en uno o varios días de celebraciones consagrados a los dioses. Los cultos y sacrificios servían para el mantenimiento de la armonía con los dioses, por lo que, la mala suerte, enfermedades, catástrofes naturales, derrotas en la guerra… eran hechos anormales, consecuencia de una mala relación con los dioses. Por lo que se hacían sacrificios, oraciones y procesiones.
Una fiesta que coincidía en todos los meses, eran las Calendas; que se celebraban en todos los inicios de los meses, el primer día de cada mes.

Enero .

Era el mes dedicado a Jano, se le dedicaban todas las mañanas (Ianus matutinus).
Su templo que tenía doce puertas correspondientes a cada uno de los meses del año, permanecían abiertas durante los tiempos de guerra y cerradas cuando la paz reinaba en el imperio. Los días de fiestas de este mes eran: 1, 5, 6, 9, 11, 12, 13, 15, 22, 24, 25 y 27 de enero.
La más conocida y destacada es:
1 de enero (Año nuevo).
El año nuevo se consolidó, a comienzos del Imperio Romano, por el dios Jano, el que mira atrás y hacia delante, al final del año terminado y al comienzo del siguiente.
Enero se consagró a él y el sacerdote ofrecía: cebada, sal y una tortilla con queso, harina, huevos y aceite preparados en el horno.
Era costumbre invitar a amigos e intercambiar un vaso con miel, dátiles e higos: Para que el año dulce como empezó, pueda continuar. Se entregaban ramitos de laurel para augurar fortuna y felicidad. Y, también este día estaba dedicado al perdón y a los sentimientos de amistad que se manifestaban en cambio de obsequios y presentes.

Febrero.

Dedicado a la diosa Februa.
Era el mes por excelencia de las purificaciones. Tenían lugar grandes fiestas y procesiones en Roma en las que se limpiaba la ciudad de toda clase de inmundicias esparciendo en los lugares aseados sal caliente.
Este mes, fue añadido al final del año por Numa Pompolio, y en la época de los decenviros fue colocado en el lugar que ocupa actualmente.
Los días de fiesta de este mes eran: 1, 2, 3, 5, 6, 7, 10, 13, 15, 17, 19, 21, 22, 23, 24 y 27 de febrero.

Marzo .

Antes de establecerse el calendario juliano, marzo era el primer mes del año, dedicado a la Diosa Madre, que recibía diversos nombres según los lugares en que se le invocara. Era también el mes de las mujeres.
En este mes se celebraban diversas fiestas y solemnidades de carácter religioso, como las Matronales, liberales, las de Minerva y las Hilarías.
Las mujeres se ocupaban de servir las mesas de los criados y los esclavos; se otorgaban los arrendamientos públicos y, los nuevos magistrados escogían este mes para iniciar el ejercicio de sus funciones. Además se celebraba la fiesta de los escudos sagrados.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 5, 6, 14, 15, 16, 17, 19, 22, 23, 24, 25 y 27 de marzo.

Abril.

Significa abrir, por que en esta época es cuando la tierra se abre para recibir en un seno la semilla que producirá óptimos frutos. Este mes estaba dedicado a Venus, diosa de la belleza y nacida de la espuma del mar.
Los romanos ponían este mes bajo la protección de Venus celebrando muchas fiestas en homenajes a Cibeles y Ceres para honrar la fecundación de la tierra. Y el vino elaborado con uvas del año anterior era probado por primera vez en abril.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 4, 10, 11, 12, 13, 14, 19 , 21, 22, 23, 24, 25, 28 y 30 de abril.

Mayo.

Mes de festividades consistentes en juegos florales y lemulares.
Organizaban en este mes numerosas ceremonias para festejar el renacimiento de la vida vegetal. El día 1º. Se efectuaba la dedicación del templo de Maia; el día 3 terminaban las florias; el 12 había solemnes juegos en el Circo en honor de Marte y el 23 se conmemoraba la invención de la trompeta por Vulcano. Este mes se colocaba bajo la protección de Apolo, representándose por un hombre de mediana edad sosteniendo sobre su cabeza una cesta llena de flores.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 3, 7, 9, 12, 14, 15, 17, 19, 20, 21, 23, 25, 29 y 30 de mayo.

Junio.

El nombre del mes viene de la diosa Juno, a quien estaba dedicado, representaba la naturaleza y presidía el matrimonio. En los primeros días del mes, algunos pueblos celebraban toda clase de festivales en honor a esta, efectuándose sacrificios, danza y solemnidades en el Circo. Al mes de junio se le representa como una joven desnuda que señala con el dedo un reloj solar, para significar que el sol comienza a bajar, y teniendo en la mano una antorcha encendida como símbolo de los colores de la estación.
El mes de junio no tiene excesivas fiestas, ya que el tiempo de siembra ha pasado y aún no es llegada la época de la siega, aun así un acontecimiento importante sucede en los cielos: el solsticio de verano. Esa noche, conocida actualmente como noche de San Juan, todos los pueblos estallaban en fiestas.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 4, 5, 7, 8, 9, 11, 13, 20, 23, 24, 25, 26 y 30 de junio.
La más conocida y destacada es:
23 de junio (solsticio de verano).
Se celebra el matrimonio de Júpiter y Juno, cuya unión y fecundidad están simbolizadas por el roble.En este día se celebra el día de Servio Tulio, nacido del fuego y amado por la diosa Fortuna. Los hijos nacidos de estas fiestas son considerados protegidos de la diosa.Pero además de fiesta del fuego, es también una fiesta acuática en la que se paseaban en barcas adornadas con flores.La tradición es de mantenerse toda la noche en vela y encender hogueras para que la fuerza del Sol no decaiga. Estas hogueras han de ser saltadas en número impar de veces, especialmente tres o siete.

Julio.

Mes consagrado a Minerva.
En este mes se celebran grandes festejo. Uno de ellos, consistía en un gran banquete que se ofrecía a todos los jóvenes de la aldea, los cuales comían sentados alrededor de una fogata mientras algunos ancianos ejecutan melodías románticas y típicas de la región; cuando terminaban de comer los jóvenes se ponían en fila al lado derecho y las muchachas del lado izquierdo. Cada joven escogía a una de ellas y si la muchacha no lo rechazaba eran novios durante un año para contraer matrimonio al siguiente.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 5, 7, 8, 15, 16, 18, 19, 20, 21, 23 y 25 de julio.

Agosto.

El segundo día de este mes era festivo para conmemorar la conquista de la Hispania, el 17 se celebraban las portumnales; el 19, día en que murió Augusto, los vinales; el 25, las opiconsives, y el 27 las vulturnales.El mes estaba dedicado a la diosa Diana. Los días de fiestas de este mes eran: 1, 2, 12, 13, 14, 15 ,17, 19, 21, 23, 24, 25 y 27 de agosto.

Septiembre.

Estaba consagrado a Vulcano. El día de las calendas de Septiembre se rendía homenaje a Júpiter, en su templo de Capitolio, a fin de obtener un invierno benigno y favorable a la germinación de las plantas y los minerales.También, en este mes se hacian juegos en honor de los tres protectores de la ciudad, Júpiter, Juno, y Minerva y consistían en carreras a pie y en carros, luchas, combates de gladiadores, ejercicios gimnásticos, representaciones dramáticas…
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 13, 17, 20 y 23 de septiembre.

Octubre.

Este mes era pródigo en toda clase de festividades, todas ellas en relación con la agricultura.
Se caracterizaba sobre todo por la vendimia, verificándose además las fiestas llamadas Meditrinala y Fontinalia.
También a los niños y jóvenes de la familia.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 2, 4, 5, 10, 11, 12, 13, 15, 18, 19 , 20 y 26 de octubre.

Noviembre.

Desde el punto de vista religioso, era el mes del año menos. Los romanos se dedicaban a arar y sembrar la tierra. En este mes se efectuaban en el Circo las fiestas plebeyas para celebrar la reconciliación de patricios y plebeyos. También se dedicaba a Feronia diosa compañera de Diana, Ceres, Fortuna y Flora; protectora de fertilidad y la abundancia.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 4, 8, 13 y 22 de noviembre.


Diciembre.

En el mes de Diciembre tienen lugar las fiestas más explosivas y transgresoras del calendario romano, las Saturnales.
Es también el mes del solsticio de invierno, el tiempo cósmico que señala el nacimiento de los dioses solares.
Los días de fiestas de este mes eran: 1, 5, 11, 13, 14, 17, 18, 19, 21, 22, 23, 25, 26, 28 y 31 de diciembre.
Las más conocidas y destacadas son:
23 de diciembre:
Solsticio de Invierno. El Sol comienza su ascensión, el tiempo de luz irá creciendo desde ahora hasta alcanzar su cenit en el solsticio de verano. Este solsticio de invierno, es considerado como la "puerta de los dioses", el acceso al reino de la luz. Es el momento de sembrar para más tarde, recoger.
31 de diciembre:
Noche víspera de las Strenas. Se celebraba con fuegos y enorme bullicio el fin del año. Era una fiesta catártica y de renovación en la que se hacían ofrendas a la diosa Strenia, bajo cuyo auspicio se inicia el Año Nuevo.


Autora: Alejandra Ruiz Quesada. ( 1º bachillerato)

Bibliografía.

* http://www.tarraconensis.com/fiestasromanas.html
* http://www.editorial-na.com/articulos/articulo.asp?art=35
* http://es.wikipedia.org/wiki/Fiestas_romanas


LA MUJER EN LA ANTIGUA ROMA


El papel de la mujer.

La ley consideraba a la mujer durante su existencia como un ser menor, que pasaba del poder paterno al poder de su esposo, y si quedaba viuda, al poder de su hijo mayor.
Una mujer pasaba a la edad adulta a los catorce años, edad a la que todos la llamaban “señora”. Desde los doce muchas de ellas tenían otorgadas un marido elegido por su padre. Al marido se le cosideraba el dueño de su esposa, de sus hijas y de sus criados.
A la mujer se la valoraba como una compañera y cooperadora del hombre romano. Ésta participaba como matrona y dueña en la vida social de la casa, salía a comprar libremente y acompañaba al marido a los banquetes, compartía con él la autoridad sobre los hijos y criados y participaba en la dignidad de su marido en la vida pública. De cualquier manera, la mujer se encontraba siempre en un segundo plano, inferior al hombre, no tenía derechos y no se le premitía participar en la política, en la literatura, ni tampoco podía ser cabeza de familia.
Las mujeres ricas no tenían obligaciones como amas de casa, ya que su marido era el que daba las órdenes a sus esclavos. Éstas ni siquiera debían molestarse en vestirse ni asearse, sus criadas se encargaban de ello. Por otro lado, su libertad era relativa porque siempre estaban acompañadas por sirvientes y señoritas de compañía, sólo así se les permitía visitar a sus amigas.
Las mujeres romanas de clases altas adquirieron ciertos derechos, como el de poseer, heredar y disponer de propiedades, y cierta libertad a la hora de acudir a carreras o al teatro en el que las mujeres tenían asignadas determinadas secciones.
Cuando la mujer era rica por herencia del padre, tenía una mayor libertad a la hora de administrar sus bienes. Si quedaban viudas, podían disponer de su fortuna como quisieran, lo que las hacía mucho más libres que cualquier mujer casada.
El único momento en el que las mujeres eran libres era durante las Bacanales, ceremonias en las que bebían vino, algo que tenían prohibido, y practicaban sexo tanto con hombres como con mujeres. Estos ritos demuestran que el papel de la mujer era el de la procreación y la reproducción, sin darle ninguna importancia al amor ni al erotismo.
Es cierto que la mujer romana tenía más libertad que la mujer griega, lo que se manifiesta en que en Roma, muchas mujeres rompieron las trabas impuestas a su sexo, y son muchos los casos de mujeres que se interesaron por la marcha de los asuntos del mundo y llegaron a tomar parte activa en este tema.

Educación.

En la época infantil, niños y niñas se criaban juntos. Cuando las niñas crecían, si eran de buena familia, su padre contrataba a preceptores particulares y seguían recibiendo conocimientos sobre literatura latina y griega. También aprendían a bailar, cantar y a tocar la lira. Muchas de ellas tenían acceso a la educación, ya fuera assistiendo a escuelas elementales o por medio de tutores privados. No era raro que tuvieran conocimientos en geometría o en filosofía. Además de la educación intelectual, las mujeres se dedicaban a tareas más delicadas como bordar o hilar.


Matrimonio,familia y divorcio.

Solamente los miembros de las familias patricias (los patricios eran los descendientes de los primitivos romanos, y constituyen la aristocracia de la sangre) tenían el derecho de contraer una unión reconocida por la ley.
Las mujeres se casaban, generalmente, entre los trece o diecisiete años.
En la relación matrimonial ambos tenían siempre que estar de acuerdo, y ésta no cesaba hasta que una de las dos partes lo decidía así. De todas formas, era más frecuente que el que tomara la decisión del divorcio fuera el hombre, aunque la mujer también lo podía hacer siempre que quisiera. En este caso, se mantiene la igualdad entre hombres y mujeres.
Dentro de la casa familiar, la mujer debía vivir una vida de abnegación, obediencia y trabajo. La mujer libre no se veía obligada a cualquier tarea, ya que las tareas serviles las cumplían las sirvientas. El ama de casa solamente se encargaba de hilar y tejer.
A pesar de las tareas que se le atribuían a la mujer, ésta estaba rodeada de respeto, y actuaba como ama de sirvientas, hijas y nueras. Tambíen dirigía la educación de sus hijos pequeños y hablaba a menudo con su marido, contándole sus sueños, intuiciones y presagios mientras él la escuchaba con gran interés, pues eran hombres de conductas muy supersticiosas.
La mujer debía ser fiel a su marido, ya que el adulterio le estaba castigado con la muerte, puesto que no era considerada una falta moral, sino religiosa porque se entendía como un engaño a los dioses domésticos. Sin embargo, los hombres sí podían buscar, sin vergüenza, la compañía de otras mujeres de baja condición, prostitutas o sirvientas. Los hijos fruto de esta unión no tendrían derecho a participar en la comunidad religiosa y serían tratados como extranjeros.
Las mujeres que no estaban integradas en un círculo religioso, esclavas o libertas que no estaban casadas podían disponer de sí mismas libremente, que nadie les reprochara nada. En cuanto a las matronas, ellas no podían hacer lo mismo.

Autora: Ángeles Díaz Mateos (1º bachillerato)



BIBLIOGRAFÍA


http://www.culturaclasica.com/mujerantiguedad/mujerromana1.pdf

http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/2_publico/espb161ca7.php

http://www.portalplanetasedna.com.ar/roma9.htm

http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/antigua/roma/mujeres/mujer_1.htm

http://www.saber.golwen.com.ar/roma2.htm

http://www.santiagoapostol.net/latin/sociedad.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Familia_romana